Todos nosotros tenemos complejos.
Ellos son el producto de no haber recibido amor, perdón, proteción o elogio de una forma adecuada.
CARACTERÍSTICAS
Aislamiento
Tratar de llamar la atención
Sentirse demasiado susceptible
Ser demasiado posesivo
Buscar el perfeccionismo
Criticar a otros
Proyectarse
Tratar de compensar
Mientras todo gira a nuestro alrededor, sentimos que al menos tenemos algo de valor. Es por eso que tratamos de llamar la atención.
Quien se siente inferior es demasiado susceptible, no resiste la crítica, mira a todo el mundo como si fuera superior a él. Cuando lo critican se siente aún mas inferior, no puede aceptar la crítica, hasta puede suceder que no acepte un halago. La persona con sentimientos de inferiordad busca recibir halagos todo el tiempo o los rechaza todo el tiempo. Esta dualidad surge de un quebrantamiento de sus emociones en los primeros años de vida, al no edificarse su carácter en base a tratos sólidos de sus padres y personas mas cercanas.
Quien se siente inferior tiende a ser demasiado posesivo. Se le oye decir: "esas son mis cosas. que nadie me las toque" "es mi amiga". En este sentido, el comprotamiento de las jóvenes de un grupo religioso me llamó la atención. Unas se sentían inferiores e inseguras. Si al llegar a sus reuniones descubrían que su mejor amiga entablaba relación con cualquier otra persona, este hecho era suficiente para motivrle a no continuar asistiendo a dichos encuentros. Y decían: "ella me quitó mi mejor amiga". Sienten que si tienen una amiga especial, tienen valor, pero lo pierden si alguien también tiene amistad con esta persona.
Hay personas que "tiene que" hacerlo todo perfecto. Si no lo hacen así, se sienten sin valor. Si no pueden alcanzar el 100% de perfección, sienten que no valen nada.
Los que se sienten inferiores critican demasiado a los demás. Dicen: "Él no sabe nada, mire lo que ha hecho, cómo puede ser tan inútil como para hacer eso ?"
Si alguien se siente inferior a otra persona pero ve que aún es capaz de notar las faltas de los demás, siente que por lo menos vale un poco. Puede ser que la persona con complejo de inferioridad pase cerca de un grupo y oye que están hablando en voz baja, lo primero que piense es: están hablando mal de mi. Nunca se le ocurre pensar de otra manera. Está segura de que siempre están hablando mal de ella.
La perona con complejos trata de proyectarse, y esto ocurre cuando vemos en otras personas lo que no le gusta de ella o teme que exista en ella misma, y dice: mira qué orgulloso ! Porque posiblemente observe en si misma la persona ser orgullosa.
Quien siente que no vale nada, tiene que compensar su insuficiencia en alguna forma. Hay solo una fuente de donde debe venir aquello que realmente dá valor. La persona ha sido hecha a imagen de Dios, solamente ésto nos da valor y nos hace libres de sentimientos de inferioridd, no aquello que hayamos hecho en nuestras propias capacidades, o lo que hayan impreso en nosotros quienes con buena intención o intención equivocada al expresar palabras condenatorias, difamantes, deningrantes o hicieron cosas que fueron marcando un estilo de edificación de carácter en nuestra primera infancia especialmente.
Cuando poseemos falsos sentimientos acerca de lo que somos, lo único que nos libra de ellos es decir la verdad. Debemos denunciar los sentimientos que no nos dejan avanzar en la vida y nos detienen en la madurez de nuestro carácter.
Si nosotros no reconocemos la verdad en cuanto a nuestras heridas y no las llevamos a Cristo para ser sanados, vamos a herir a nuestros hijos de la misma manera. No podemos actuar de otra forma, porque sencillamente no podemos ser aquello que no somos.
Ahora toma un papel y haz una Lista de todo aquello que recuerdas del pasado que te haya causado dolor. Cómo eran tus pades ? qué te decían?
No escribas lo que tú crees que tus padres pensaban de la situación, sino aquello que tú sentías.
Cuáles eran tus sentimientos cuando te decían que no servías para nada ?
Qué sentías cuando te comparaban con otra persona, tal vez con tu hermano, cuando interiormente tú pensabas que él tampoco servía para nada ?´
Te castigaron injustamente y tuviste que callar ?
Qué sentiste en ese momento ?
O tal vez tus padres te elogiaban tanto que nunca aceptaron que tú te equivocaras, mientras que tú sabías que jamás podrías llegar a la meta que ellos te habían impuesto.
Tienes que ser sincero/a con Dios y contigo mismo al hacer este balance.
Recuerda decir la verdad porque sólo "la verdad os hará libres"
