Sacarse la máscara

Dios te va a ayudar, pero tú mismo tienes que quitarte la máscara.

Cuando hayas decidido y dado el paso a exponerte ante la verdad que esconde tu máscara, comienza Dios la redención total de tu ser.

Como algo natural se vive fingiendo, queremos ser lo que jamás lograremos.

Escondemos debilidad de carácter, personalidades complicadas, miedos y pecados.

La máscara te defiende de la realidad que muchas veces te ataca. Tu ser herido no tiene valor para enfrentar a tu misma y real forma de ser, esa que estás ocultando. Pero hasta cuándo crees que podrás vivir así ?

Los actores dejan sus máscaras en los camarines, los payasos se quitan la pintura de su rostro, y vuelven a casa con lo que son.

Los cristianos han sido agobiados con mensajes que dicen que se debe ser perfecto, se debe ser bueno, debes ser fuerte y que no es bueno que te muestres tal como eres.

No pudiste lograr la premisa que te imprimieron y acudes a una máscara que muestra a uno que siempre está bien, siempre sonríe, nunca se queja ni llora.

La indicación dice que no debes pecar, pero tu interior está cargado de situaciones de pecados que no fueron saneados ante Dios, esta falta de denuncia del estado miserable del alma produce que continúes escondiéndote, porque no tienes el valor de pasar por encima de cada tentación y situación que te empuja a volver a pecar, se edifica un muro cada vez mas alto y los demás no te pueden ver, pero tú mismo sabes dónde y en qué estado te encuentras.

Dios quiere redimirte de aquellas cosas que te sucedieron y produjeron reacciones impropias a tu misma decisión, fuíste obligado a ser cómplice de los pecados de otros, cuando fuíste abusado, cuando te maltrataron, te maldijeron, desconfiaron de tu honestidad. Estas cosas produjeron heridas tan fuertes, desgarraron tu integridad moral y hoy siguen sangrando. Pero quién sabe de eso si continúas con la máscara puesta ?

Quieres salir de esa situación pero no te decides por miedo a desnudar tu verdad aún ante Dios, a quien de veras no puedes esconder absolutamente nada. El miedo a encontrarte con el mundo y tener que destruir la barrera que impuso la máscara y luego empezar a edificar un ser nuevo te está paralizando. Pero en lo profundo estás anhelando esa liberación, solo que necesitas dar un paso, un solo paso que defina tu anhelo, que le digas a Dios que quieres que Él arranque para siempre esa máscara, te ayude a verte como Él te ve, como realmente eres y cómo en quién Él te va a transformar.

Querrás comenzar ?

Dile a Dios así: Dios, es cierto que estoy viviendo desde hace tanto tiempo escondiéndome en estas máscaras y ellas no me ayudan en absoluto, porque la realidad es que no soy plenamente feliz viviendo así. Necesito tu ayuda, me expongo ante Vos, así soy Señor, ayudame porque ahora que te doy el derecho y la atribución de desnudarme, no tengo nada de dónde tomarme, ningún lugar donde esconderme y eso me da miedo. Si me expongo ante Vos, ya no tendré con qué justificar mis actos. Estaré absolutamente despojado de lo que fue para mi hasta hoy una fortaleza, tesoros podridos escondidos en mi vida. Necesito de tu valor para poder continuar en la etapa nueva, la de la redención total.

Te pido que me muestres los lugares oscuros que estuve ocultando, escondiendo, y que están tan tapados que ya ni los recuerdo, también necesito que me ayudes a quebrar los ídolos que se erigieron en mi alma, ellos me han llevado a vivir esta ficción. Yo mismo fui mi dios, mis sueños rotos, los sinsabores, mis fracasos, deseos impuros, valores de miseria y otras cosas penosas fueron mis tesoros que guardé con tánto celo. Hoy estoy poniéndolo en la vidriera, no quiero ocultar ninguna cosa mas, quiero ser libre y redimido, sanado y restaurado a una vida de plenitud.