A los pies de la cruz- Restauración

Cuántas áreas de tu vida necesitan ser restauradas ?

A los pies de la cruz, ante la Presencia de Dios, no puedes mas que discernir que hay muchas cosas en tí que aún las guardas como ocultas. Sabes bien que Dios ve todo tu interior, que no lo puedes engañar, pero insistes en llevar contigo esas cosas que están ocultas, y están ocultas justamente porque no son buenas.

No sabes cómo manejar tu debilidad.

No tienes capacidad de hacer desaparecer tu pasado.

No puedes lidiar y ganar la lucha con tu concupiscencia.

No te atreves a denunciar los vicios que te tienen atado/a.

Pero a los pies de la cruz de Jesús, todo se torna diferente. Partiendo de la verdad que Él nos comprende, que está dispuesto a ayudarnos y que además de nuestro Salvador Él es nuestro Amigo, por lo menos quiere serlo, solo necesita nuestra aprobación para andar junto con nosotros por todo el camino.

A un amigo como Él le podrás compartir absolutamente todo lo que te carga, te presiona, te disgusta, o te angustia.

Entre las cosas ocultas (solo tú sabes cuales son), puede haber: odio, maldiciones, recuerdos muy tristes, resentimiento, vicios, tu otro yo, mentiras, adicciones, miedos, pecados sin confesar. La Lista puede aumentar.

Querrás que Él redima esas cosas ocultas ?

No debes anunciarlas a los cuatro Puntos cardinales, pero si es necesario reconocerlas a los pies de la Cruz. Y le dices: si Señor, necesito tener una redención total, no quiero andar mas con este arcón de cosas viejas, ocultas y pesadas, porque no puedo avanzar mas. Reconozco que hasta aquí me manejé con una doble vida, la que está escondida, que es mi verdadera vida, llena de miserias, y la otra vida, la que viví para figurar, para ganar prestigio, ser aceptado y no sentirme inferior. Pero hoy entiendo que no me sirvió de nada haber vivido tanto tiempo así. Quiero ser como Tú quieres que sea. Transforma a este ser desdibujado, sana a este ser lastimado, restaura estas emociones quebradas, levanta mi estima, dame una nueva dignidad, redímeme Señor, y hazlo de la manera que mas te plazca.

Gracias Señor, espero ver pronto mi sanidad, ayúdame a no recurrir a esas armas que usé para armar un personaje. Ya no quiero ser ese personaje, quiero ser yo.