30/7/07

La mente

La mente es el campo de batalla, pero también es el centro de control. no importa si el pensamiento en su mente es del altavoz en la pared, o de la boca del estómago. La única manera en que este pensamiento puede tener cualquier control sobre sí mismo, es si decide creerlo. Mantener sus sentimientos y temores escondidos da poder al enemigo. (el enemigo llamado satanás y también el enemigo que es usted mismo si no toma una decisión).
Sacarlos a la luz y renunciar a ellos rompe su poder.
Si lo asaltan sentimientos negativos, busque la mentira que hay detrás de ellos y expóngala declarando la verdad.
Los sentimientos de condena casi siempre son producto de falsas creencias basadas en las mentiras. Debemos aprender a reconocerlas y a rechazarlas, luego a reafirmar y declarar la verdad de estar en Cristo. Los sentimientos son reales, pero cuando están alineados con la verdad, las mentiras que hay detrás de ellos quedan a la vista. Saber la verdad nos libra de la poderosa influencia de los recuerdos dolorosos.
Cuando hablamos de "estar en Cristo" nos referimos a quienes verdaderamente viven sus vidas con una relación íntima, constante y viva con Dios, y cuando hablamos de "declarar" la verdad de "estar en Cristo", nos referimos a que esta declaración verdadera , a lo que experimentamos diariamente en nuetra vida espiritual,(no una mera repetición sin sentido y en búsqueda de un acto artificioso o mágico) .
Este acto proporciona mucha libertad, nuestra mente debe recordar constantemente que le estamos archivando nueva información, y que lo que antes fuera guardado allí, tiene que salir por el poder de la Luz y la Verdad de Dios. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros (Colosenses 3:16)
Hay una poderosa acción que se produce en usted cuando se apropia de la libertad que ya Dios le otorgó a través de la muerte y resurrección de Jesucristo en la cruz. Debemos aseverar este acontecimiento, ya que la mente está programada para obedecer mandatos antiguos, los que nos hicieron esclavos, no solamente del enemigo de nuestras almas, sino esclavos de nuestra humanidad caída, las concupiscencias, debilidades, pecados, provocaron una serie interminable de fracasos en el camino de nuestra vida hasta hoy.
La redención total a la que apunta Cristo es que se denuncien las mentiras que se estigmatizaron en cada cual. Cuando usted comienza a creerle a Dios, y a lo que Él dice, comienza la redención de su pasado; su mente comienza una nueva etapa, la etapa de la sanidad.

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