2/6/07

Lo que consumimos diariamente
Si bien algunas personas a las que denominamos caretas puede decir de su boca para afuera que no está bien y que no guarda las formas sagradas de la creación, o que está violando premisas ancestrales sobre el tema de sus vestiduras y/o elección de personalidad o género a mostrar, travestismo o como le queramos llamar, lo cierto es que Florencia de la V, es un exponente, emergente de una sociedad donde los valores reales han sido bastardeados y por ende están desvalorizados. Este hombre de enorme simpatía, sagacidad, elocuencia, artísta, posiblemente buena persona es otro expositor de lo que nuestra sociedad actual consume. Su participación en las novelas, teatros de revistas y en la televisión, es seguida por la gran mayoría de los argentinos, sin distinción de género ni de edad, los niños y niñas observan a sus papás divertirse con este personaje que hace este hombre: Florencia de la V., quien acompaña al personaje con una vida acorde al personaje.
Él eligió vivir como una mujer mientras que su género es de varón. La apología sobre la elección de género, el transexualismo, la diversión que produce que alguien con estas características esté constantemente en la casa de las familias a través de la televisión genera que como dice el famoso tango "Cambalache" todo sea igual, y que nada sea mejor, mientras que la propia Naturaleza y el Creador de la misma siguen reclamando una condición humana superior a la que estamos viviendo.
Es mas liviano dejar que la televisión, el chat, la pornografía por internet, los amigos y la educación sexual en los colegios se encargue de nuestros hijos, de nuestra juventud. Jesucristo dijo que en los últimos tiempos la gente no tendrá fe, ni tendrá amor, y eso está ocurriendo ya que lo que prospera, se vende mas, se busca; es sobremanera lo que tiene que ver con el sexo, la risa, la liviandad, la falta de responsabilidad y el hacerse cargo.
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